jueves, 12 de septiembre de 2013

Los barcos del futuro.


La embarcación cuenta con compartimentos en forma de U en su casco. El interior de estos está parcialmente lleno de agua. Cada depósito cuenta con válvulas de aire que controlan el movimiento de ese agua, generando olas que contrarrestan la fuerza del mar y actúan como un auténtico estabilizador. Varias turbinas direccionales en el exterior del casco ayudan a mantener la posición para que el barco se mantenga casi completamente inmóvil pese al oleaje y las corrientes.
La idea es similar a la de los Damper o estabilizadores mecánicos que equilibran los rascacielos en zonas con riesgo de terremotos. Esta nave en concreto es lo que se conoce como un barco de alojamiento, y se utiliza para que los operarios que construyen plataformas petrolíferas en alta mar vivan cerca de la instalación que construyen.
En cualquier caso, la tecnología desarrollada para Edda y Marintek puede ser aplicada a otras embarcaciones  de pasajeros, y seguro que muchos agradecerían que la nave en la que viajan no se mueva turbulentamente al menor oleaje.
Otra novedad técnica espectacular, se refiere a los buques rompehielos, hasta ahora los rompehielos eran barcos pensados para abrirse camino entre las capa de hielo embistiéndola de frente. La naviera finlandesa Arctech, con sede en Helsinki, ha ideado el NB508 Baltika, un nuevo tipo de buque que ataca al hielo desplazándose sobre un costado.
Esa extraña forma de moverse tiene razones prácticas. Los rompehielos tradicionales abren canales en las placas de hielo cuya anchura equivale a la manga del barco. Eso significa que para crear canales más anchos hace falta un rompehielos con mucha manga y, en consecuencia, con mucha más eslora. Por poner un ejemplo, el descomunal rompehielos nuclear ruso 50 Let Pobedy mide 30 metros de manga por casi 160 metros de eslora, y el paso que abre en el hielo oscila entre los 28 y 30 metros.
El NB508 Baltika tiene sólo 20 metros de manga por 74 de eslora, pero rompe las placas de hielo en un ángulo de 30 grados, lo que le permite abrir un canal de cincuenta metros de ancho en placas de hasta 60 centímetros de grosor. Las placas más gruesas (hasta 2,8 metros) siguen siendo territorio de los rompehielos gigantes como los de la clase Arktika a la que pertenece el gigante Let Pobedi.
El Baltika, sin embargo, será de gran utilidad para abrirse paso entre el hielo más fino a un coste mucho menor. El barco se mueve de lado gracias a tres turbinas basculantes ancladas a uno de sus laterales, y movidas por otros tantos motores Diesel. Al poderse regular, estas hélices confieren al NB508 una movilidad prácticamente total.
Arctech ha comenzado la construcción del nuevo rompehielos de este tipo el pasado mes de junio. El primer cliente es el Ministerio de Transportes ruso, y esta previsto que se entregue en primavera de 2014.
Equipo redacción Yeyo@Cruisers