sábado, 28 de enero de 2012

Una maniobra arriesgada

Las razones por las que el capitán del 'Costa Concordia' decidió hacer una maniobra de acercamiento a la costa que terminó por hacer encallar el buque todavía se desconocen con exactitud. Capitán y naviera ofrecen versiones opuestas. Según Francesco Schettino, fueron órdenes directas de la empresa Costa Cruceros, que, como gesto de marketing, le obligó a acercarse a tierra a modo de saludo. La roca, según la versión del capitán, no aparecía en las cartas de navegación y, por lo tanto, el choque resultó inevitable. Otra de las versiones apunta a que se realizó esta maniobra en honor al ‘maitre’ del barco, Antonello Tievoli, y también en homenaje a un excomandante de la flota jubilado que vivía en la isla.

Sin embargo, el comandante general de la Capitanía de Puertos Italianos, el almirante Marco Brusco ha asegurado que la responsabilidad es completamente del Schettino ya que “las rutas las decide el capitán y de ellas tiene que asumir toda la responsabilidad”, y confirma la brusquedad y riesgo de la aproximación a tierra. “La maniobra de acercamiento fue algo extravagante, porque se produjo casi en ángulo recto respecto a la isla de Giglio y con una velocidad elevada”. También afirma que la Capitanía del Puerto no había sido avisada del llamado ‘saludo’ del Concordia.

La cadena de errores se sucede cuando el capitán, Francesco Schetino, una hora después de la colisión seguía sin informar al pasaje de lo que estaba pasando y la tripulación a sus ordenes aseguraba a los viajeros del buque no perdiera la calma ya que lo único que pasaba era que estaban sufriendo problemas eléctricos. Continuó repitiendo lo mismo a la guarda costera hasta las 22.26 donde admitiría la entrada de agua.


Schettino no ordenó oficialmente la evacuación hasta las hasta 22.58, y esto fue lo que complicó la operación de recate, ya que cuando comenzó operación de salvamento el barco ya se había inclinado lo suficiente como para no permitir el acceso a los botes. Marco Brusco, apunta firmemente que no hubiese habido muertos si la señal de alarma se hubiese dado en el momento del impacto, opinión que comparte el resto del pasaje, como David Criado González, gijonés que viajaba a bordo del 'Costa Concordia' en el momento del desastre, explicó a su llegada a Asturias que no debía haber fallecido nadie, ya que hubo una hora y media muerta donde podrían haber evacuado a todos los viajeros si se hubiese dicho la verdad.

Así lo confirmó también de uno de los oficiales del barco, que aseguró que se hubiese dispuesto de tiempo de sobra para evacuar a todas las personas del barco. “Podíamos haber hecho bajar a todos los pasajeros con las chalupas por ambos lados sin problemas. Habríamos llegado todos a tierra sin ni siquiera mojarnos los pies”, aseguró el oficial Alessandro di Lena. Hasta pasadas las 22.30 no se reconoció la entrada de agua al pasaje, y según la declaración del primer oficial Schettino permaneció colgado al teléfono hasta ese momento, hablando con la empresa ‘Costa Cruceros’.

Dieciséis muertos, entre ellos un español y 22 desaparecidos es el saldo de un “error humano” como ha reconocido el presidente de la empresa ‘Costa Cruceros’ y la irresponsabilidad de un capitán en el ojo del huracán tras abandonar el barco antes que el pasaje y, supuestamente presa del miedo, incapaz de cumplir las órdenes del comandante de Puerto de Livorno que le obligaba a volver al barco.

Una de las cosas Elena y Rubén se preguntaron de inmediato era quien capitaneaba la nave cuando encalló. Pero durante el viaje de estos jóvenes asturianos era otro hombre quien capitaneaba el 'Costa Concordia': Giorgio Moretti. Actualmente está al mando del Costa Luminosa, un barco similar pero de inferior categoría. Elena ya ha guardado las noticias del hundimiento del barco en el álbum de fotos del viaje de novios, aunque a Rubén le parece un poco macabro. Ella asegura que volvería, sin dudarlo, a un crucero como ese. “Fue un error humano, el barco no fue el responsable, era una maravilla”.

 Equipo Redacción Yeyo@Cruisers