Veteranos del sector de cruceros no pueden recordar un accidente
tan dramático como el que ha cautivado a la atención mundial este fin de
semana.
Un barco crucero italiano quedó escorado, casi la mitad
sumergida en aguas poco profundas del Mediterráneo. El Costa Concordia
se había escorado tanto que una de las chimeneas estaba casi a nivel del
mar frente a la costa de una isla toscana adonde los pasajeros se
refugiaron después que el barco encalló. Hasta el momento se han
confirmado las muertes de al menos tres pasajeros y las autoridades
luchan por encontrar a decenas desaparecidos en medio de reportes de que
muchos se lanzaron al agua desde el navío escorado.
Las imágenes
del Concordia medio hundido son un gran reto para el sector de cruceros
del sur de la Florida, que atrae a millones de turistas a la región y
emplea a miles de personas. Carnival Corp., el octavo mayor empleador
privado de Miami-Dade, es propietario de Costa, lo que hace de las
consecuencias financieras del accidente una gran preocupación para la
mayor empresa de crucero del mundo y sus 3,500 empleados locales.
Pero más allá de del hundimiento de un barco de esa envergadura y
la muerte de por lo menos tres pasajeros, el incidente del Concordia es
una nueva preocupación para los que están pensando en una vacaciones en
el mar.
“Obviamente habrá una reacción, como después del 11 de
septiembre”, declaró Simon Duval, agente de Expedia CruiseShipCenters en
el sur de la Florida. “Creo que el sector sufrirá a corto plazo… espero
que no sea a largo plazo”.
El incidente del Concordia causa una
gran preocupación porque la tripulación no había realizado simulacros de
evacuación cuando el barco de 3,200 pasajeros encalló dos horas después
de iniciar un viaje a lo largo de la costa occidental de Italia. Las
imágenes mostraron al barco encallado a tiro de piedra de Isola del
Giglio, un faro que está en casi todas las fotos.
Los pasajeros
describieron el caos después que el barco encalló alrededor de las 10
p.m. y comenzó a escorarse. Una pareja recordó a una madre que cargaba a
su hija pequeña mientras el buque se inclinaba y no podían bajar
algunos de los botes salvavidas. El sábado por la noche se habían
reportado tres muertos, decenas de desaparecidos y el capitán estaba
bajo arresto por abandonar el navío.
Carnival y Costa se
comunicaron con el público sólo a través de la prensa hasta el sábado
por la noche. “Es una tragedia terrible y estamos muy entristecidos”,
expresó un comunicado de Carnival. El comunicado del presidente de
Costa, Gianni Oporto, expresó: “En este momento no podemos responder
preguntas porque las autoridades están tratando, con nuestra
cooperación, de comprender las razones del incidente”.
Barcos de
crucero más pequeños se han hundido completamente y accidentes de
ferries han cobrado muchas más vidas. En 1998, el Majesty of the Seas,
chocó con un arrecife frente a las costas de St. Maarten , causando un a
rajadura de 160 pies en el casco y obligando al capitán a encallar para
evitar un hundimiento.
Pero veteranos del sector no pueden
recordar cuándo fue la última vez que un barco tan grande como el
Concordia, de 950 pies de eslora, estuvo a punto de hundirse o quedó en
una posición tan escorada. “Esto es una pesadilla”, dijo Carrie
Finley-Baja, que vendía vacaciones en crucero y ahora opera la página de
internet cruisebuzz.com. “Lo escucho todo el tiempo. Hay un gran temor a quedarse varado en el mar”.
Equipo Redacción Yeyo@Cruisers