Las navieras
que tienen Barcelona como puerto base o que hacen escalas en ella calibran la
necesidad de buscar otras alternativas a la ciudad en el Mediterráneo en cuanto
se aplique la tasa turística y pueda evaluarse su impacto. La aplicación del
tributo a los pasajeros de cruceros y su equivalencia con el que se aplicará a
los hoteles de cinco estrellas (2,5 euros por persona y noche) ha sorprendido a
las compañías, según han manifestado representantes de consignatarios de
cruceros este miércoles en un debate público sobre el impuesto celebrado en la
capital catalana
"Si
esto continúa, tendremos cruceros en el Mediterráneo, pero a lo mejor iremos a
Valencia, Málaga u otro puerto, en lugar de Barcelona". Así resumía
textualmente Mº Ángeles Marin, en representación de la consignataria, las
opiniones expresadas por sus propios interlocutores del sector de cruceros. La
directora general de Turismo de Cataluña, Marián Muro, ha reconocido que en las
conversaciones con las navieras éstas entienden que la tasa es una
penalización, y añade que han expresado a las autoridades la dificultad para
repercutir este gravamen en el cliente final.
“Ellos invocan que no pueden
repercutir este tema en el pasajero, igual que los touroperadores o las
agencias de viajes”, matizaba la titular del departamento. Sin embargo, Muro
rechaza que no se haya informado o negociado con los cruceros. La representante
de la Generalitat ha explicado que su departamento ha hablado con numerosas
compañías, desde Pullmantur a Royal Caribbean. con el Puerto de Barcelona y con
todas aquellas entidades que aglutinan colectivamente los intereses de las
navieras.
Primer lugar
donde se aplica
El hecho de
que la capital catalana sea el primer destino donde se aplica este
gravamen al sector de cruceros ha puesto en el foco a la tasa que se aplicará
en Cataluña a partir del primero de noviembre. De hecho. y según ha mencionado
Marián Muro al público asistente al encuentro del Observatorio CETT, salvo un precedente
en Alaska, “seremos el primer destino que aplique una tasa a los cruceros”.
Las
concecuencias de una fuga de navieras de cruceros no se dejarían sentir
únicamente en Barcelona, sino también en Tarragona y Palamós, donde recalan
grandes buques de pasajeros. Sólo en Barcelona ciudad embarcaron y
desembarcaron 2,6 millones de cruceristas en 2011, el 33% de los cruceristas
que llegaron a España, según datos de Puertos del Estado.
Equipo Redacción Yeyo@Cruisers