Eran las ocho de la mañana cuando este gigante del mar atracó en el
muelle de cruceros de Las Palmas de Gran Canaria en una estancia que se
prolongó hasta las 20.00 horas, que fué cuando zarpó rumbo a
Fuerteventura, Lanzarote y Tenerife. Llegó procedente de una ruta que
comprende los muelles de Funchal y la Palma y que estará realizando de
manera constante, por lo que cada miércoles podrá verse en las
inmediaciones del centro Comercial El Muelle.
El AidaSol, con bandera italiana, se botó al mar en abril de este año
en los astilleros Meyer Werft (Kiel). Cuenta con un tonelaje total de
71.304 GT, una eslora de 252 metros de largo, manga de 32,2 metros y un
calado de 7,2 metros. Esta embarcación de lujo cuenta con nada más y
nada menos que catorce cubiertas; una escalera de 40 metros, teatro,
casino, cine, tres piscinas, cuatro jacuzzis, siete restaurantes, trece
bares, Spa, gimnasio y cancha de baloncesto. Además, como nota curiosa y
que ofrece un fiel reflejo de la magnitud de la embarcación, cabe
destacar que el AidaSol, como buen alemán que es, tiene una fábrica
propia de cerveza en la zona de restauración para el uso y disfrute de
sus pasajeros.
De la misma manera que sucede con el resto de
embarcaciones de la flota de Aida Cruceros, el llamativo colorido de su
casco y los inconfundibles dibujos de labios sonrientes en la proa de la
embarcación lo hacen visible a mucha distancia, por lo que se
convertirá a partir de hoy en una de las imágenes habituales en la bahía
de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en este invierno.
La temporada arranca de esta espectacular manera en un apartado, el
turismo de cruceros, que se ha convertido en uno de los principales
focos de captación de visitantes por parte de las autoridades locales.
Sin ir mas lejos, en este ejercicio 2011/2012, llegarán a la costa de la
capital grancanaria embarcaciones de la magnitud del Queen Mary II, el
Independence of the Seas, el Carnival Magic o el Queen Elizabeth, que
superan los 300 metros de eslora.
Equipo Redacción Yeyo@Cruisers