El mayor símbolo de los cruceros
desaparece el mismo año que las enormes embarcaciones de recreo de lujo hacen
aguas. «El barco del amor», la nave de la serie de televisión
«Vacaciones en el mar» acabará en el desguace, convertido en chatarra,
después de tres años anclado y olvidado en un puerto genovés, esperando una
reparación que nunca concluyó.
El «Pacific Princess», nombre real
de la nave, se dedicó a cubrir travesías por Latinoamérica después de concluir
la popular serie de los setenta y ochenta. En 1998 fue retenido en Atenas en
una operación contra el narcotráfico. El grupo español Quail Cruises lo
adquirió para organizar rutas por el Mediterráneo, pero antes necesitaba
retirar el amianto. Los trabajos comenzaron en 2008, en Génova, pero
desistió por problemas económicos. Después de varias subastas fallidas, se
vendió a Cesam Gemi Sokum, una empresa turca dedicada a desguace. Un certificado
de defunción al sueño de los cruceros.
El último capitán del barco, el italiano Benedetto
Lupi, no perdió la esperanza de encontrar un empresario nostálgico que salvara
a la nave en el último momento. «No es justo, los símbolos no deberían
ser nunca derribados», declaró en «La Repubblica».
«He esperado hasta el final que apareciera un empresario romántico, pero ya no
es el tiempo de estas cosas...».
Equipo Redacción Yeyo@Cruisers